La palabra Taracea tiene su origen en la palabra árabe Tarsi, que significa incrustar. Corresponde a una labor de ornamentación de un mueble, consistente en recortar diferentes piezas de maderas nobles en su color natural u otros materiales (metal, hueso, marfil, carey…), que, combinadas adecuadamente forman una figura geométrica, decorativa (flores, jarrones) o un dibujo que representa una escena cotidiana. Las tiras de figuras geométricas, llamadas grecas, o las escenas van embutidas en la madera base del mueble mediante la técnica de la incrustación, que consiste en rebajarla y vaciarla lo suficiente para que las piezas introducidas enrasen con la misma. Por lo tanto las piezas incrustadas deben tener un grosor suficiente, para que al lijarlas, quede una superficie completamente plana. El conjunto incrustado da mayor firmeza al mueble y una decoración más efectista.

La Marquetería es básicamente lo mismo. La diferencia está en el grueso de las maderas utilizadas, siendo éstas más finas, de ahí el nombre de chapas, y en la técnica de ensamblado en vez de incrustado. Es decir, las diferentes chapas o tiras de chapas se unen unas a las otras y van pegadas a una superficie. El lijado es mínimo para evitar una posible reducción de las piezas. Con el paso del tiempo los muebles cuya ornamentación utilizaban esta técnica podían perder algunas de las piezas. Actualmente se cubren con Poliuretano para alargar en el tiempo su estado.